martes, 2 de abril de 2019

La verdadera historia de Thor: el macabro dios nórdico no es como lo pinta Marvel

Los dioses de las mitologías antiguas del mundo no son como los vemos en el cine. Odín no es un dios misericordioso que se parece a Anthony Hopkins y Thor no es un hombre rubio, fornido y benevolente que ama a la humanidad y es un justiciero intergaláctico. No. El dios del trueno es muy distinto a como lo pintan los cómics y las películas de Marvel.




Cuando Jack Kirby, Larry Lieber y Stan Lee crearon a “El poderoso Thor” para que debutara en el año 1962, en el número 83 de Journey into Mystery, dieron vida a una versión en el que el dios nórdico era un superhéroe, enamorado de una humana y que llegó a la Tierra como castigo de su padre, para darle una lección de humildad, haciéndose pasar por un estudiante de medicina llamado Donald Blake.
En el cine, la historia es similar. La sed de guerra de Thor contra los gigantes de Jötunheim pone en riesgo la paz, y su padre lo envía a la Tierra como castigo, separándolo de su martillo mágico, Mjölnir. El día que pueda levantarlo de la tierra, volverá a ser digno de su poder.
Hoy en día, todo el que piensa en Thor inmediatamente piensa en este rostro.



Pero la realidad es muy diferente. El verdadero Thor, el de la mitología nórdica y germánica, es un ser extremadamente violento, bruto, rudo y con una constante sed de sangre, en especial de sangre gigante. No obstante, esto no quiere decir que sea considerado un villano. Para nada. Era un héroe guerrero que salvó a la humanidad en más de una ocasión, pero a su vez disfrutaba de asesinar todo a su paso, siempre y cuando lo hicieran enojar.

El verdadero origen de Thor y su familia

Las diferencias del Thor de Marvel con el de la mitología comienzan en su origen. Thor es hijo de Odín, pero no de Frigg, quien en realidad es su madrastra y, a su vez, madre de sus medios hermanos Baldr y Höðr. La verdadera madre de Thor es Jörð, una jötunn (o gigante) considerada como la personificación de la Tierra. Thor tiene sangre de gigante corriendo por sus venas, pero no por eso deja de odiarlos, y por si fuera poco, Thor no es rubio, es pelirrojo y siempre lleva una barba larga y frondosa.
Loki tampoco es hermano adoptivo de Thor. El dios de las travesuras es hijo de los gigantes Farbauti y Laufey, descendientes directos de Ymir, el primer gigante, pero se mezcló con los dioses y se relacionó tanto con Odín que lo llegó a considerar su hermano, hasta que ayudó a asesinar a su hijo Baldr. Loki es una figura clave en la mitología nórdica, porque se unirá a los gigantes para combatir contra los dioses en el Ragnarok, el verdadero Ragnarok, una especie de apocalipsis nórdico que es muy diferente al que vimos en la película.

Mientras Hela se presenta como la hija mayor de Odín en las películas de Marvel, en la mitología nórdica Hel es hija de Loki, al igual que el lobo Fenrir (que también aparece en Thor: Ragnarok), el caballo de ocho patas Sleipnir, el cual cabalgaba Odín y, más importante, también es padre de Jörmundgander, la serpiente del mundo, o serpiente de Midgard, una víbora gigantesca que fue condenada a vivir atrapada en el mar que rodea Midgard (el mundo de los hombres) hasta el fin de los tiempos.
Otra de las diferencias más importantes de la familia de Thor entre Marvel y la mitología es que Sif, presentada como una guerrera leal a Thor en las películas, en realidad es su esposa, y con ella tiene dos hijos: Modi y Thrud, aunque tiene un tercer hijo llamado Magni al tener un amorío con una gigante llamada Jarnsaxa.

Mjölnir no es su único objeto mítico

El martillo Mjölnir es famoso en todo el universo Marvel, por ser el que le otorga al dios del trueno su habilidad de invocar y disparar rayos y volar. Pero en realidad, Thor tiene tres objetos mitológicos que lo dotan de poder. Uno de ellos es su cinturón (llamado megingjǫrð), que le otorga una fuerza sin comparación. También tiene guantes de hierro (Járngreipr) que lo hacen invencible en el combate cuerpo a cuerpo y, por último, su martillo.
Mjölnir, según la poesía islandesa llamada Edda prosaica, publicada en el siglo XIII, fue forjado por dos enanos hermanos llamados Sindri y Brok, tras perder una apuesta con Loki. El martillo, también descrito como un garrote en ciertos textos antiguos, tenía el poder mágico de golpear tan fuerte como Thor lo quisiera, pudiendo destruir montañas o cualquier cosa, todo para proteger la superioridad de los dioses.
Al igual que en las películas de Marvel, Thor podía arrojar el martillo y este siempre acertaría su objetivo y siempre regresaría a él.
El martillo no le permitía a Thor volar, pero para eso tenía un carruaje volador que era tirado por dos machos cabríos, llamados Tanngnjóstr (rompedientes) y Tanngrisnir (crujidor de dientes).

Thor el asesino de gigantes

Como mencioné al comienzo de estas líneas, Thor no era un héroe justiciero, amoroso y bondadoso, como lo presentan en las películas. Thor, en la mitología nórdica, era el dios del trueno, el hacedor de tormentas y, más importante, el mayor protector de Asgard.
Como guerrero, Thor parecía invencible y arrasaba con todo a su paso. Hay varias historias de sus batallas épicas con los jötunn, pero comenzaremos hablando de sus machos cabríos. Sí, esos que conducían su carro volador.

Tanngnjóstr y Tanngrisnir eran cabríos mágicos e inmortales. Su habilidad, además de llevar a Thor a donde quisiera, era alimentarlo. El dios nórdico podía cocinarlos y comérselos, para después juntar sus huesos y revivirlos usando su martillo. Eso sí, siempre y cuando no se dañen sus huesos. Una vez, se quedó a dormir en la casa de unos campesinos y, cómo no, cocinaron a esos pobres animales que día tras día sufrían ese destino. Sin embargo, uno de los hijos del campesino rompió uno de los huesos para comerse el jugo en su interior. Thor estuvo a punto de matarlos a todos, pero solo aceptó no hacerlo si los dos hijos del campesino se convertían en sus esclavos para siempre.
Esclavizar personas y matar una y otra vez a sus cabríos no es lo único que hace a Thor macabro. El dios del trueno gozaba de matar gigantes, y hay varias historias de sus batallas que así lo cuentan.
Su batalla con el gigante Hrungnir es una de ellas, y tiene todo lo que podemos esperar de una historia de vikingos: carreras, borracheras, insultos y un duelo mortal. Hrungnir era el jötunn más valiente y poderoso de todos. Odín lo visitó en Jötunheim y lo retó a una carrera hasta Asgard, la cual ganó el dios de un solo ojo. Una vez en Asgard, Hrungnir aceptó celebrar un banquete con los dioses, y cuando el gigante se emborrachó empezó a decir que, si quisiera, podría matar a todos los dioses, con la excepción de las diosas Frigg y Sif, a quienes se llevaría consigo a Jötunheim como “premio”.
Los dioses se cansaron de escuchar sus ofensas y llamaron a Thor, quien al llegar estuvo a punto de matarlo pero Hrungnir le dijo que no tendría el valor de matarlo si estuviera armado, retándolo a un duelo cerca de Jötunheim. Una vez allí, Thor le arrojó Mjölnir y destruyó la cabeza del gigante en pedazos, matándolo en el acto.
Mi historia favorita comienza en un día que Thor despierta y alguien le ha robado su martillo. En la mitología nórdica, no solo Thor puede levantar Mjölnir, por lo que se lo robaron mientras dormía. Thor estaba tan molesto que Loki escuchó sus gritos de ira, y se ofreció a ayudarlo a recuperar su martillo. La sospecha, por supuesto, caía en los gigantes, por lo que Loki voló a Jötunheim donde Thrymr, rey de los gigantes, confesó haber robado su martillo y dijo que su precio para devolverlo era que convencieran a la diosa del amor, Freyja, de que se casara con él.
La diosa, como era de esperarse, no aceptó, pero a Heimdal, hijo de Odín y dios guardián, se le ocurrió una idea que parece salida de la película Thor Ragnarok: Thor se disfrazaría de Freyja y Loki de su sirvienta para engañar a Thrymr y así recuperar el martillo, idea que no le gustó al principio al dios del trueno pero, en su desespero por tener Mjölnir de vuelta, aceptó hacerlo.
Thor y Loki volvieron disfrazados a Jötunheim y Thrymr hizo un banquete para celebrar la boda. Thor, ni corto ni perezoso para comer, devoró un ciervo entero y mucha más comida, lo que sorprendió al rey gigante. Loki tuvo que excusarlo diciendo que la novia no había comido durante ocho días porque estaba ansiosa de conocerlo, y el gigante creyó la mentira. Tras buscar Mjölnir para cumplir con su parte del trato, Thor se desenmascaró, sujetó el martillo y asesinó a todos los gigantes que se le atravesaron, incluyendo al rey Thrymr. Es, en la mitología nórdica, la mayor masacre que vivió Jötunheim, a mano de un dios rencoroso, vengativo y sangriento.
El verdadero Ragnarok ocasiona la muerte de Odín y la de Thor. El dios de un solo ojo muere devorado por el lobo Fenrir, hijo de Loki, cuya mordida “alcanzaba del cielo al mar”, aunque el lobo después murió a manos de Viðarr, también hijo de Odín.
Thor, en cambio, muere luchando contra su mayor enemigo: la serpiente Jörmundgander, el único rival al que se había enfrentado en dos ocasiones anteriores y no había podido derrotar (o, mejor dicho, asesinar). Thor lucha a muerte contra la serpiente y la mata con un martillazo, pero el veneno de Jörmundgander también ocasiona la muerte del dios del trueno.
La historia que Marvel dio a Thor es noble, heróica y fascinante, pero contradice casi por completo a la verdadera historia del personaje mitológico, un ser que vivía solo para luchar con los que consideraba enemigos de Asgard, y matarlos.

La verdad sobre Loki.

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